Causas

Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que emergen de la combinación de conductas presentes por largo tiempo: factores biológicos, emocionales, psicológicos, interpersonales y sociales.
Los científicos e investigadores aún se encuentran aprendiendo acerca de las causas de estas condiciones físicas y emocionales. Sin embargo, se conocen algunas generalidades que contribuyen al desarrollo de los trastornos alimenticios.
Aunque los trastornos alimenticios pueden comenzar con preocupaciones por la comida y el peso, son mucho más que eso. La gente afectada por alguno de estos trastornos utiliza la comida y su control como un intento de sobrellevar los sentimientos y emociones que de otra manera son vistos como insoportables. Para algunos, la dieta, los atracones y la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas y para sentirse en control de su vida personal, pero al final estos comportamientos dañan la salud física y emocional, la autoestima y la sensación de competitividad y control de la persona.

Factores psicológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
  • Baja autoestima
  • Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
  • Depresión, ansiedad, enojo y soledad
Factores interpersonales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
  • Relaciones personales y familiares problemáticas
  • Dificultad para expresar sentimientos y emociones
  • Haber sido  ridiculizado por talla o peso
  • Historial de abusos físicos o sexuales

Factores sociales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
  • Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto”
  • Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras
  • Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas

Factores biológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:
Los científicos todavía se encuentran investigando las posibles causas bioquímicas o biológicas de los trastornos alimenticios. En algunos individuos con trastornos alimenticios, se ha encontrado que ciertas substancias químicas del cerebro (llamadas neurotransmisores) que controlan el hambre, el apetito y la digestión se encuentran desequilibrados. El significado exacto y las implicaciones de estos desequilibrios aún se encuentran en investigación.
Muchas personas con trastornos alimentarios pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad, o padecer otros problemas de salud mental, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). También existe evidencia de que los trastornos alimentarios son hereditarios. Si bien parte de estos trastornos pueden ser genéticos, también se deben a que aprendemos nuestros valores y comportamientos de nuestras familias.

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